¿Nunca has oído hablar del castaño de indias? Pues es difícil. En primer lugar, porque hablamos de un árbol de más de treinta metros de altura que se encuentra ampliamente plantado en todo tipo de calles y parques de las grandes ciudades del mundo. Es muy complicado no haberse cruzado nunca con uno de ellos. Y en segundo lugar, porque sus semillas han ganado mucha popularidad durante los últimos años por sus enormes propiedades a la hora de tratar numerosos problemas de nuestra salud, especialmente de nuestra piel.

Para qué sirve el castaño de indias

Propiedades del castaño de indias en la cosmética

Las propiedades del castaño de indias como sustancia médica se encuentran en sus semillas. Semillas con una apariencia bastante similar a las castañas de toda la vida. Es por eso que cuentan con ese nombre a pesar de no contar con ningún parentesco con el castaño. Sea como sea, y nombres aparte, la realidad es que estas semillas con forma de castañas ligeramente alargadas contienen beneficios extraordinarios para la salud humana. Unos beneficios que vamos a desgranarte a continuación para que puedas sacarle el máximo provecho.

En primer lugar, las semillas del árbol castaño de indias poseen dos sustancias naturales con un enorme poder para favorecer el riego sanguíneo. Son las llamadas escina y esculina, ambas presentes en cantidades bastante considerables en las castañas de indias como para considerarlas unas aliadas excepcionales contra toda clase de problemas relacionados con el estancamiento del riego sanguíneo. Nos referimos, por ejemplo, a las varices, las hinchazones de venas, las hemorroides o los hematomas.

A estas propiedades venotónicas y vascoconstrictoras debemos añadirle una fuerte propiedad antiinflamatoria. También una gran propiedad astringente como consecuencia del alto contenido en fitoesteroles y alantoína que poseen sus hojas y su corteza. Algo que la convierte en una magnífica ayuda contra la diarrea, la conjuntivitis, la gingivitis, las heridas y las quemaduras. Además, esa misma alantoína hace de la hoja del castaño de indias un perfecto aliado para nuestra piel. En resumen, una semilla extraordinaria que debemos tener siempre en casa.

Castaño de indias para qué sirve

Contraindicaciones castaño de indias

Como decíamos, tener castaño de indias en casa nos proporciona una gran ayuda por su enorme versatilidad. Especialmente cuando sufrimos problemas vinculados a la falta de circulación sanguínea. No obstante, y como muchas otras sustancias, naturales o no, el castaño de indias cuenta con sus propias contraindicaciones. Es por eso que debemos repasarlas detalladamente para realizar siempre un consumo apropiado del mismo. Algo que comienza con las prohibiciones de tomarlo bajo determinadas circunstancias.

¿Qué circunstancias? Para empezar, el embarazo. Durante este periodo es fundamental no consumirlo vía oral y a ser posible de ninguna otra manera. Lo mismo ocurre con los niños menores de doce años. Además, el castaño de indias no debería ser utilizado por pacientes que se encuentren bajo tratamiento anticoagulante. Tampoco por quienes sufran diabetes y estén siendo sometidos a tratamientos antidiabéticos. Por último, quienes sufren enfermedades renales tampoco deberían consumirlo de ninguna manera.

Para qué sirve el castaño de indias

Además, la potencia de los efectos del castaño de indias hace que no sea recomendable emplearlo durante mucho tiempo. Lo recomendable es siempre acudir a un especialista médico y dejarse aconsejar. Si consume castaño de indias para las hemorroides o para cualquier otro tipo de dolencia, debería limitarlo al periodo necesario para que sus propiedades tengan efectos beneficiosos sobre su salud y no durante más tiempo. De nuevo, nadie mejor que un médico para determinar la duración del tratamiento.