El mes pasado os hablamos acerca de las maravillas del aceite de argán para el pelo. Un producto procedente de la región marroquí de Arganeraie. Pero no es el único aceite que podemos utilizar para fortalecer el cabello y proporcionarle un mejor aspecto. También contamos con el aceite de almendras, obtenido mediante un proceso de comprensión y extracción de las propias almendras. ¿Quieres saber un poquito más? ¿Quieres contar con otra alternativa natural para el cuidado de tu pelo? Pues suelta esas almendras y vente con nosotros.

Beneficios del aceite de almendras para el cabello

¿Qué contiene el aceite de almendras?

El aceite de almendras es un aceite natural con muchos macronutrientes y micronutrientes imprescindibles para el organismo humano. Entre ellos, podemos destacar macronutrientes como las grasas saludables como los ácidos grasos omega-3, muy beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cerebrales. Y las proteínas de gran calidad. Además, y como apuntábamos, podemos encontrar también entre sus ingredientes a micronutrientes esenciales como la vitamina E, el magnesio, el fósforo o el cobre.

Beneficios del aceite de almendras para el pelo

Propiedades del aceite de almendras para el pelo

El mayor secreto del cuidado del cabello no es ningún secreto: una alimentación saludable que aporte a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente. Aunque es obvio, aunque todo el mundo lo sabe, seguimos descuidando la alimentación y lamentándonos por el estado de nuestro cabello. Esa es la razón de que el aceite de almendras sea tan sumamente beneficioso para el mismo: por su composición nutricional. A continuación, vamos a detallarte los cuatro grandes efectos beneficios de este aceite para nuestro pelo.

Beneficios del aceite de almendras en el cabello

Aceite de almendras para el brillo del cabello

Entre los beneficios del aceite de almendras se encuentra su capacidad de dar brillo al cabello. Un efecto que podemos comprobar con tan solo unos cuantos usos. La razón se esconde, por supuesto, en sus propiedades. En concreto, en sus ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9 (sí, también contiene de estos), capaces de proteger el cabello de los efectos secantes de los rayos ultravioletas. Además, su alta cantidad en vitaminas A, B y E le da un refuerzo a esas mismas propiedades contra la sequedad.

 

Aceite de almendras contra la caspa

Las mismas razones que provocan que el aceite de almendras para el cabello lo mantengan brillante durante mucho tiempo se esconde detrás de este otro beneficio. Al fin y al cabo, una de las principales motivaciones del surgimiento de la caspa es la sequedad del cuero cabelludo, junto con la acumulación de células muertas. En ese sentido, los micronutrientes del aceite de almendras mantienen húmedo el cuero cabelludo y el propio cabello, evitando así que aparezca la temida caspa. Un seguro para nuestro pelo.

 

Aceite de almendras para fortalecer el pelo

El aceite de almendras para el pelo también nos ayuda a fortalecerlo. La razón principal radica en su cantidad de vitamina E, un antioxidante natural que combate los efectos del estrés ambiental sobre el pelo. Por otro lado, la presencia de vitamina B7, también conocida como biotina, resulta indispensable para la suavización del pelo. Es importante, cuando usamos el aceite de almendras sobre el cabello con esta finalidad, aplicarlo de modo que todo el cabello completo, desde la raíz hasta las puntas, se exponga al aceite.

 

Aceite de almendras contra la caída del pelo

Existen muchos tipos de alopecias. En algunas de ellas existe un componente genético incuestionable. Genes que inciden de manera directa sobre la aparición de la misma. No obstante, e incluso en dichos casos, el estilo de vida que llevemos repercute sobre la intensidad con la que se manifiestan esos genes. En ese sentido, la polución, los químicos, el estrés y las deficiencias naturales son nuestros peores enemigos. ¿El aceite de almendras? Aliado maravilloso gracias a sus gran variedad y cantidad de minerales como el calcio, el zinc o el magnesio.