Todos hemos escuchado el concepto, nos preocupamos incluso de escoger aquellos que no los tengan frente a los productos que los guarden en su composición, pero ¿sabemos realmente qué son los parabenos?

Aunque en los últimos años haya aumentado la demanda de productos que indiquen fervientemente que excluyen estos componentes de su formulación, siguen estando presentes en la mayoría de los cosméticos y en la mayoría de los casos no producen daños a nuestro organismo. Entonces, ¿qué son los parabenos y sus consecuencias?

Se trata de sustancias con una función conservante y protectora. Esto quiere decir que, principalmente, se encargan de evitar infecciones generadas por cualquier clase de microbio o de hongos y bacterias. Lo más curioso es que, aunque muchas personas los descartan automáticamente, lo cierto es que existen parabenos naturales.

De hecho, los parabenos sintéticos se utilizan bastante menos, mientras que los de origen orgánico suelen ser los más usados. Estos se pueden metabolizar perfectamente al ser digeridos y podemos encontrarlo fácilmente en varios alimentos como, por ejemplo, los arándanos.

 

Qué son los parabenos

¿Qué son parabenos en cosmética?

 

En la cosmética los parabenos son uno de los componentes más utilizados. En la etiqueta pueden aparecer con diferentes nombres, pero se les reconoce fácilmente ya que terminan con “paraben” como, por ejemplo, methylparaben o butylparaben. Su concentración es muy reducida, no suele superar el 0,3% dentro de la composición.

Se trata de los conservantes cosméticos y farmacéuticos más utilizados en el mundo, debido en gran medida a su coste, ya que resultan muy baratos. Sin embargo, como ya hemos mencionado hay dos clases de parabenos totalmente diferentes, los orgánicos y los sintéticos, aunque ambos conserven las mismas propiedades fungicidas.

Los productos que contienen parabenos de carácter orgánico no deberían suponer ningún problema, ya que estos se sintetizan de manera totalmente natural. El problema surge con los que son parabenos en cosmética de origen sintético, es decir, los químicos.

El riesgo no es demasiado grande, ya que su toxicidad es tan baja que se considera segura para nuestra salud. El organismo es capaz de asimilar y absorberlos, metabolizándolos adecuadamente y eliminándolos sin rastros tóxicos. Es por esto que las autoridades sanitarias aprueban su uso y es habitual encontrar ingredientes que son parabenos en las cremas y cosméticos.

Esto es así porque la concentración de estas sustancias es realmente baja y se controla perfectamente que las dosis incluidas no superen lo recomendado por la Agencia Española del Medicamento, organismo que se asegura de que ningún cosmético en el mercado pueda ser nocivo para nuestra salud.

 

Qué son parabenos

Productos que contienen parabenos

 

La gran mayoría de los productos cosméticos y de higiene intima contienen parabenos. Es habitual encontrarlos en geles, champús, desodorantes, tónicos y otros artículos. De hecho, se incluye tanto en las marcas más conocidas como en aquellos de marca blanca.

Lo mismo ocurre con los productos farmacéuticos. Muchos de ellos incluyen en su composición diferentes parabenos. Probablemente puedas comprobar que forman parte de la composición del paracetamol y el ibuprofeno. También está presente en muchos antibióticos y jarabes para la tos.

Por si fuera poco, también se utilizan algunas clases de parabenos para la conervación de la comida. Desde productos precocinados hasta bollerías y salsas, pero también en algunas carnes frescas. Sin embargo, si está en todas partes, ¿qué es un producto libre de parabenos?

 

Qué son los parabenos

¿Qué es un producto libre de parabenos?

 

Algunos cosméticos o productos están realmente libres de parabenos. Sin embargo, la única forma de asegurar que sea así es incluyendo algún otro elemento que tenga las mismas propiedades de conservación. Por lo tanto, lo que significa sin parabenos es que el producto contiene en su formulación otros conservantes diferentes.

Esto quiere decir que podemos estar escogiendo una opción realmente más natural o saludable o por un sustitutivo que resulte peor opción para nuestra salud en comparación. En cualquier claro, lo importante es que todos los productos cosméticos en el mercado deben superar unos controles pertinentes previos a su venta al público. Por lo tanto, podemos estar seguros de que el producto será seguro.